También llamado control mecánico, es una práctica que implica constancia y determinación para prevenir el desarrollo de la mosca de la fruta. Dentro de las actividades que se realizan como parte de este control son mantener el suelo libre de frutos descompuestos, recogiéndolos inmediatamente, manteniendo el campo limpio, y realizando podas de sanidad.
Para este tipo de control se aprovecha el comportamiento y hábito de vida del propio insecto para su control, en el caso de las moscas de la fruta se aprovechan los hábitos alimenticios que estas poseen, especialmente de hembras que ingieren sustancias ricas en proteínas y sienten atracción hacia sustancias nitrogenadas – amoniacales.
Utilizamos principalmente estímulos físicos para detener a las plagas que consideramos amenazas para nuestros cultivos, como las trampas atrayentes, entre ellas las de luz y otras con sustancias pegantes, en esta última se debe de tener en cuenta la ubicación y altura para óptimos resultados.
Promovemos prácticas orgánicas para el manejo de plagas en nuestros campos.
Utilizamos pesticidas orgánicos como Saponina y extractos como canela, ajo, pimienta, cítricos y aceite de sésamo, así como bacterias (Bacillus sp.) para controlar las plagas.
Como resultado, estamos usando menos pesticidas con menos aplicaciones en nuestros productos no orgánicos, reduciendo así cualquier residuo en nuestra fruta.
De igual manera sólo cuando nuestros pesticidas no sean suficientes hemos desarrollado una política para el uso apropiado de pesticidas “no organicos” en nuestros campos, y poder proteger siempre a nuestros cultivos ante malezas, plagas y enfermedades, cumpliendo con nuestros objetivos de agricultura sostenible y protegiendo el medio ambiente.